¿Sabías que en los últimos 10 años ha habido un aumento de más de 10.000 recetas anuales de pastillas para dormir? Especialmente, este aumento fue notable a partir del 2020, coincidiendo con la situación global de la pandemia por Covid-19.

Ante situaciones de ansiedad e insomnio, son muchas las personas que recurren a la ayuda de los fármacos para poder dormir. Sin embargo, abusar de este tipo de pastillas puede afectar a tu calidad del sueño e incluso acarrear consecuencias graves para tu salud y bienestar, tanto a corto como a largo plazo.

 

Cómo reacciona tu cuerpo con las pastillas para dormir

Dormir bien es esencial, ya que la función principal del sueño es reparar el cuerpo. Según la fase del sueño en la que te encuentres, tu cuerpo se centrará en reparar una área en concreto, empezando por la parte física y terminando por la mental. Pero el consumo de fármacos puede alterar este proceso y hacer que nos despertemos sin haber “reparado” nuestro cuerpo.

Sobre todo este es el caso de las personas que consumen antihistamínicos, que en muchas ocasiones se venden en las farmacias sin receta. A pesar de que es un medicamento para tratar alergias, este tipo de pastillas también puede provocar somnolencia, y de allí que se venda para los problemas de sueño. 

Este tipo de pastillas, no permite que el cuerpo haga su proceso natural, y por este motivo las personas que las utilizan suelen despertarse con una sensación de “resaca”.

 

Cuándo es recomendable tomar pastillas para dormir

¿Significa eso que debemos renunciar a tomar pastillas para dormir? Para nada. Los medicamentos no son malos de por sí y pueden ser útiles en casos graves o extremos de insomnio. Sin embargo, deberías tomarlos solo si han sido recetados por tu médico.

Un problema muy común al tomar medicamentos es no respetar la fecha límite. En principio, el periodo de uso de fármacos para dormir debería ser lo más corto posible (entre unos días y un par de semanas, o cuatro si se reduce de manera paulatina). 

De manera paralela, el paciente debería aprender ejercicios de relajación y tratar la causa principal por la que no puede dormir. En el caso de que no se trate, lo más habitual es que, al dejar de tomar las pastillas, el insomnio vuelva con efecto rebote.

Sin embargo, en algunos casos las personas siguen tomando este tipo de medicamento de manera indefinida. Esto puede tener efectos en su salud a corto y a largo plazo, que afectará a tu día a día de manera directa. Por ejemplo, algunos de sus efectos son: 

  • A corto plazo – Somnolencia diurna, amnesia, confusión, aumento de la ansiedad, aumento de tolerancia a los medicamentos y riesgo de adicción.
  • A largo plazo – Alzheimer o demencias relacionadas con el mal descanso.

En pocas palabras, este tipo de medicamentos disminuyen la actividad en el cerebro y hacen que el cuerpo no termine de descansar lo suficiente como para cumplir su función. A largo plazo, esto puede desencadenar en patologías y afectar la longitud de vida. 

 

Qué puedo hacer para dormir sin pastillas

¿Hace algunos días que te cuesta dormir? Es habitual que el ritmo acelerado, la presión y el estrés que puedas estar sufriendo se vean reflejados a la hora de irte a la cama.

Sin embargo, no veas las pastillas como tu primera o única opción. Antes de lanzarte a por ellas, te recomiendo que hagas algunos de estos ejercicios:

  • Desconecta el móvil al menos media hora antes de irte a la cama.
  • Puedes leer un libro de ficción que te ayude a desconectar.
  • Evita ejercicio físico intenso hasta dos horas antes de irte a dormir.
  • Tómate un baño de agua caliente, acompañado de un automasaje.
  • Lleva un diario de agradecimiento y piensa en algo positivo que haya ocurrido hoy.
  • Evita luces estridentes al menos media hora antes de meterte en la cama.

En definitiva, crea una rutina que te ayude a calmar la mente y el cuerpo. Prepararte para irte a dormir no consiste en apretar un interruptor: ¡necesitas mandar señales a tu cuerpo de que el día está llegando a su fin!

 

Busca la raíz del problema

En resumen, para proteger tu salud, los fármacos puede ser una ayuda puntual, pero no deberían ser la norma general. Además, deberías respetar las indicaciones de un profesional y tomar solo pastillas que estén recetadas por tu médico. 

Sin embargo, recuerda que con los fármacos no tratamos la causa del mal dormir, y será necesario trabajar de manera paralela algunos ejercicios y pautas para cuidar nuestro sueño.

Esto es justo lo que hacemos en “Por fin duermo”, un programa grupal junto a una psicóloga especializada en sueño, donde: 

  • Observamos tu sueño para detectar las causas de tu mal dormir.
  • Tratamos el biorritmo, para conocer la importancia que tiene en el descanso.
  • Analizamos tus rutinas nocturnas para mejorar tus noches.
  • Desmontamos los mitos relacionados con los fármacos.
  • Buscamos estrategias para evitar futuras recaídas.

¿Quieres solucionar tu problema de insomnio en tal solo 6 semanas, junto a una psicóloga especializada en sueño?

Apúntate a la próxima edición “Por fin duermo”.

¡Felices sueños!